jueves, 28 de julio de 2011

SILENCIO, VA A HABLAR CEES NOOTEBOOM




SILENCIO, VA A HABLAR CEES NOOTEBOOM
Bogotá 28 de julio de 2011.

Muchas canas y un micrófono con el logo de H.J.C.k, ese es el primer vistazo de la sala de la Casa de Poesía Silva que espera al escritor holandés Cees Nooteboom. Autor de La Historia Siguiente, Hotel Nómada y del cuento de amor literario más bonito que conozco: Mokusei!

Empaco el libro y vuelvo a la Casa Silva, la primera vez que fui tenía 18 años y estaba tan enamorada que compre un poema de “poesía a la carta” y se lo regale a Fabio. El tiempo me ha alejado de la poesía y me acercado a la prosa.

“Todo ocurre por segunda vez al verlo” dice Nooteboom en una de sus lecturas. “Lo acabo de comprobar” pienso, recordando a la niña de 18 años con ojos brillantes.

El ritmo frenético de las calles, de los conciertos se detiene con las palabras de Cees y el silencio del lugar, solo escuchándolo a el.

En ningún lugar del mundo tengo domicilio fijo…La medida de una viaje es interminable” frases que delatan a este viajero con cierta obsesión por la cultura oriental, Japón, China están en muchos de sus relatos. Cierro los ojos un par de veces y escucho sus palabras, no me voy a ir del lugar sin saber si el cuento más bonito del mundo sobre un fotógrafo y una japonesa es verdadero.

Termina la charla, llego con el libro y un lapicero. Le pregunto:
-¿Mokusei es verdad?
-Si, pero el personaje no era un fotógrafo sino un pintor. La pintura de la Caratula es de el.
-Yo sabia!!-le digo
-Se rie y me dice-y la modelo era hija de la mafia japonesa
-Para quién?
-Para Laura-contesto

Tengo en mis manos un libro autografiado de Cees Nooteboom, quizá premio Nobel de literatura, algún día, y la certeza que una historia de amor se puede volver un cuento o viceverza.

jueves, 14 de julio de 2011

"SEAN SUAVES COMO UN ALA, IGUAL DE PELIGROSOS"



Leila Guerriero. Foto de Vasco Szinetar.


Leila Guerreiro de Argentina escribe una columna sincera sobre consejos para escribir. Los que retumban en mis oidos:

1) Pasen por las historias sin hacerles daño, sin hacerse daño. Sean suaves como un ala, igual de peligrosos.
2) Sean invisibles: escuchen lo que la gente tiene para decir.
3) Resistanse al deseo de olvidar

Aquí va el texto completo publicado en Colombia por la Revista El Malpensante.


"No tienen por qué saberlo: soy periodista y, a veces, otros periodistas me llaman para conversar. Y, a veces, me preguntan si podría dar algún consejo para colegas que recién empiezan. Y yo, cada vez, me siento tentada de citar la primera frase de un relato de la escritora estadounidense Lorrie Moore, llamado Cómo convertirse en escritora, incluido en su libro Autoayuda: “Primero, trata de ser algo, cualquier cosa pero otra cosa. Estrella de cine/astronauta. Estrella de cine/misionera. Estrella de cine/maestra jardinera. Presidente del mundo. Es mejor si fracasas cuando eres joven -digamos, a los catorce“. Pero no lo hago porque no es eso lo que verdaderamente pienso y porque, en el fondo, dar consejos es oficio de soberbios. Entonces, cuando me preguntan, digo no, ninguno, nada.



Pero hoy es abril y ha sido un buen día. Hice una entrevista con una mujer a quien voy a volver a ver en dos semanas y varios llamados telefónicos que dieron buenos resultados. Compré frutas, conseguí un estupendo curry en polvo. Hay nardos en los floreros de la cocina. Corrí al atardecer. Me siento leve, un poco feroz, arbitraria. De modo que si hoy me preguntaran, les diría: corran. Les diría: sientan los huesos mientras corren como sentirán después las catástrofes ajenas: sin acusar el golpe. Aguanten, les diría. Pasen por las historias sin hacerles daño (sin hacerse daño). Sean suaves como un ala, igual de peligrosos. Y respeten: recuerden que trabajan con vidas humanas. Respeten.



Escuchen a Pearl Jam, a Bach, a Calexico. Canten a gritos canciones que no cantarían en público: Shakira, Julieta Venegas, Raphael. Vayan a las iglesias en las que se casan otros, sumérjanse en avemarías que no les interesan: expóngase a chorros de emoción ajena.



Sean invisibles: escuchen lo que la gente tiene para decir. Y no interrumpan. Frente a una taza de té o un vaso de agua, sientan la incomodidad atragantada del silencio. Y respeten.



Sean curiosos: miren donde nadie mira, hurguen donde nadie ve. No permitan que la miseria del mundo les llene el corazón de ñoñería y de piedad.



Sepan cómo limpiar su propia mugre, hacer un hoyo en la tierra, trabajar con las manos, construir alguna cosa. Sean simples pero no se pretendan inocentes. Conserven un lugar al que puedan llamar “casa”.



Tengan paciencia porque todo está ahí: sólo necesitan la complicidad del tiempo. Aprendan a no estar cansados, a no perder la fe, a soportar el agobio de los largos días en los que no sucede nada.



Maten alguna cosa viva: sean responsables de la muerte. Viajen. Vean películas de Werner Herzog. Quieran ser Werner Herzog. Sepan que no lo serán nunca.



Pierdan algo que les importe. Ejercítense en el arte de perder. Sepan quién es Elizabeth Bishop.



Equivóquense. Sean tozudos. Créanse geniales. Después aprendan.



Tengan una enfermedad. Repónganse. Sobrevivan.



Quédense hasta el final en los velorios. Tomen una foto del muerto. Tengan memoria, conserven los objetos.



Resístanse al deseo de olvidar.



Cuando pregunten, cuando entrevisten, cuando escriban: prodíguense. Después, desaparezcan.



Acepten trabajos que estén seguros de no poder hacer, y háganlos bien. Escriban sobre lo que les interesa, escriban sobre lo que ignoran, escriban sobre lo que jamás escribirían. No se quejen.



Contemplen la música de las estrellas y de los carteles de neón.



Conozcan esta línea de Marosa di Giorgio, uruguaya: “Los jazmines eran grandes y brillantes como hechos con huevos y con lágrimas”.



Vivan en una ciudad enorme.



No se lastimen.



Tengan algo para decir.



Tengan algo para decir.



Tengan algo para decir"

Aaa???? que les parece?

miércoles, 13 de julio de 2011

GAFAS, MUCHAS GAFAS



IN-VI-TRO-VISUAL. Fotos tomadas de la página: invitrobar.com/visual.html


Piso de madera, sillas de auditorio, dos pantallas gigantes, espejos tres por tres con marco blanco. Todo a media luz. Gafas, muchas gafas. Así es el Bar Invitro.
No hay nada mejor que conocer un sitio que produce curiosidad, el corto de anoche fue “Eskewe quiere decir Colibrí” de Mónica Mondragón de Cali. Me quedo con la escena del final.
En el lugar más recóndito del mundo, más improbable siempre encuentro una cara conocida, por primera vez conozco a alguien en Bogotá con magister en literatura: “larga vida en Bogotá” me dice. Nadie lo había dicho de esa manera.
Poco a poco voy descubriendo más rincones en esta ciudad, es decir lugares a media luz.

Toda la programación en: http://www.invitrobar.com/visual.html

martes, 12 de julio de 2011

TWEETS BOGOTANOS

Nadie entiende el valor de una sopita hasta que se va de Casa.
Ya encontré almorzadero en la Candelaria.
Seguirmos informando.

miércoles, 6 de julio de 2011

ESCRIBIR SOBRE UN CONCIERTO DE ROCK


La música recordada, esa fue la excusa para la charla entre Eduardo Arias, Sandro Romero Rey, Bruno Galindo y Mario Jurisch en el cierre del evento Cultura, rock y ciudad. Más que periodistas musicales estos tres invitados son melómanos empedernidos que reviven anécdotas con Tom Waits, Charly García y canciones de The Clash, The Who, Beatles y Rolling Stones. Esta charla plantea la relación entre la música, la literatura y el cine.

El pasado con el misticismo de los acetatos, los casettes y los viejos estudios de grabación. Anécdotas sobre la banda Hora Local y el Chapinero Gaitanista. La emoción fue el punto de partida para atreverse a escribir sobre rock: “Uno puede pecar el resto de su vida porque el cielo ya se lo gano escuchando esa canción” o “escribir en un concierto de rock debería ser tan fascinante como el concierto”. Sus conocimientos se nutren de otras expresiones artísticas para cargar de sentido unas cuantas líneas, una reseña de una hoja o una cronica de 6 páginas.

Para Bruno Galindo de España “los grandes rockeros son grandes literatos” y para Eduardo Arias escudriñar en la banda, informar, más que opinar fue en principio su motivación.

El rock no ha muerto, se transforma. Para próximas oportunidades sería interesante poner a conversar a los expertos críticos musicales con los nuevos.

Alcancé a tomar nota de estos libros para la lista de pendientes:
Life de Keith Richards
Alta Fidelidad de Nick Hornby
Punk, la muerte joven de Juan Carlos Kreimer

A la pregunta ¿qué es lo que más le gusta en una canción, Sandro Romero Rey responde: el misterio, lo inerrable ...

martes, 5 de julio de 2011

¿CONOCER O NO CONOCER A LOS ÍDOLOS? NORA LEZANO. FOTOGRAFA ARGENTINA



Fotos Carlos Andrés Lopez Franco- Androfacto


Entrevista a Woody Allen

¿Si tuviera la oportunidad de sentarse a charlar con alguién a quien admira mucho creativamente hablando? quien sería?

Woody Allen: Es interesante pensar en eso porque en el transcurso de mi vida siempre tuve la tendencia a evitar encontrar a mis ídolos, porque sentí que ellos iban a tratar de evitarme también.
Revista Shock Junio

Por Laura Quiceno Soto
Conversatorio Rock al Parque Bogotá 2011. Nora Lezano
Revista el Malpensante

Conocer a las personas que admiramos, que nos gustan es un asunto raro. Actuamos diferente, hablamos más rápido, las pupilas se dilatan. A Nora Lezano le paso lo mismo cuando conoció a Charly Garcia y a Mercedes Sosa: "Tuve que encerrarme en un baño a llorar y luego empezar la sesión con los ojos rojos"

Esta mujer de pelo corto y cara afilada ha retratado la intimidad del rock argentino: Fito, Charly,Spineta, Leon Gieco, Catupecu Machu y artistas internacionales como Tricky y Kate Nash.

El realismo, la naturalidad caracterizan estas fotos en las que los idolos no parecen tan etereos, se muestran desnudos y acabados de levantar. Una melómana que toma muchas fotografías, una más de la familia del rock n´roll argentino que se niega a publicar fotos que hacen parte de la intimidad de sus amigos en los backstages.

Las fotografías de Nora son retratos, pero no parecen imágenes de una intrusa en las que el rostro del artista se esconde y los ojos se niegan a mirar directamente, no, todo lo logra con naturalidad con Fito Paez montado en un triciclo o Charly García saliendo del baño con un montón de cables.

Esta porteña ha tomado también su rostro, su cuerpo como un experimento. Tiene muchas agendas donde escribe lo que se le ocurre y ya Fito le dio el visto bueno para publicar.

El rock sigue vivito y coleando gracias a su relación con la imagen. El registro parece ser una obsesión de mi generación. Los referentes musicales, literarios nos seguirán invadiendo. Procure que cuando los conozca no ponga en evidencia su fascinación por ellos como me paso a mi.

www.bogotasinedicion.blogspot.com

EL ÁRBOL DE BOGOTÁ






Iba caminando por la séptima, una hoja en forma de trébol se pega a la suela de mi zapato, la miro por primera vez en la vida y la tomo como una señal de buena suerte. Miro hacía arriba y cientos de hojas de la misma forma me sorprenden. Para los que viven en Bogotá puede ser parte del paisaje cotidiano, para mi fue todo un descubrimiento: las hojas insignas de la ciudad.


El arbol del ámbar, o el liquiambar fue traido a la ciudad por un alcalde hace algún tiempo. Esas hojitas son originarias de Norteamérica y centroamerica, si todavía no sabe a que me refiero googlee: bandera de Cánada y se encontrara con las culpables de entapetar el piso de Bogotá.


Cada vez las veo con más frecuencia y no dejan de sorprenderme, incluso hoy sigo pensando que son señales de buena suerte.


Lo suave vence a lo duro, es una ley del tao. Estos tréboles me generan mas impacto que los trancones en hora pico.


Esperen un especial con la charla de Hoy con Nora Lezano, fotografa de rockstars argentinos: www.bogotasinedición.com