Foto: Andrés Wolf
LA SINCERIDAD ACÚSTICA DE ANDRÉS CORREA
LA SINCERIDAD ACÚSTICA DE ANDRÉS CORREA
Por
Laura Quiceno Soto
Nos conocimos por
una canción, 10.000 km de Andrés Correa y
the Water Resist. A partir de ese encuentro, cuando pienso en Andrés se me
viene a la cabeza un fragmento del escritor argentino Roberto Arlt: “Vea
amigo: hágase una base de sinceridad, y sobre esa cuerda floja o tensa, cruce
el abismo de la vida, con su verdad en la mano, y va a triunfar…”
Sus letras son
sinónimo de honestidad, de desnudez. Y cuando lo conoces sabes que no hay una
pose o un interés desmedido por posicionar su nombre sino el de un colectivo,
el de un combo de gente que viene haciendo música. Con el Festival Internacional de la canción itinerante (FICIB) de la
Fundación Barrio Colombia, o sonidos tan innovadores como el de Andrés Gualdrón y los animales blancos.
Un encuentro con
sabor a tinto negro, una entrevista pendiente desde hace más de un año, con
ustedes la Sinceridad acústica de Andrés Correa.
Laura: La música, la gestión cultural, los viajes, los
toques, el Festival Internacional de la canción itinerante. ¿Cada vez queda
menos tiempo para componer?
Andrés: Para mi es
un alivio no tener ni un minuto... No soy de los que pueden estar todo el día,
todos los días, escribiendo, la idea de tener tiempo para crear y un papel en
blanco me produce pánico. Lo que si hago, una vez surge una idea, es pensar
mucho. Sin importar que tantas cosas tenga en la cabeza la idea nunca me
abandona y se va desarrollando. Generalmente en eso consiste para mí, el
trabajo de las canciones.
Laura: Pasaste por una banda de rock y ahora presentas
un proyecto más íntimo. ¿Tenes menos gusto por los sonidos fuertes, le pasa a
todos los que alguna vez fueron “rockeros”?
Andrés: Los Water
Resist fue un proyecto mas experimental que rockero y, siendo sinceros, había
mas de irresponsabilidad que de experimentación… Por otra parte siento que nunca me ha fluido
muy bien el rock (aunque siempre traté). Si analizo los discos tengo muy pocos
temas con “sonidos fuertes”. La voz tampoco me ayuda mucho para eso. Por
primera vez siento que encontré un formato en el que me siento muy cómodo, pero
mas que íntimo creo que es orgánico. Tocar solo con la guitarra es una
necesidad pero también algo que cada vez disfruto mas….
Foto: Andrés Wolf
Laura: Llevas mucho tiempo dedicado a la música
¿cuál ha sido la experiencia más significativa para vos en los últimos años?
Andrés: La
oportunidad de estar al lado de muchos músicos y confrontar mi trabajo en todos
los niveles -desde la escritura, la interpretación, la gestión…- ha sido la
experiencia más enriquecedora. Conocer tanta gente que admiro, quiero y con la
que comparto tantas cosas en lo personal también es algo que agradezco mucho y
siempre tengo presente.
Laura: ¿Qué músicos colombianos te
gustan? ¿Estamos ante una ola de proyectos innovadores? ¿Cuáles recomendarías?
Andrés: Lo que
pasa es que vivimos en un país donde se valora mas lo nuevo que lo bueno. La
pregunta siempre es “qué traes de
nuevo?” de ahí se desprende que haya
mucho afán por innovar. Igual siento que luego de que pase el tsunami de la
novedad y se decanten algunas cosas, tendremos algo muy poderoso como país para
aportarle a la música.
Hay una generación capaz de llegar a nuevos
lugares en lo que se refiere al sonido y las letras y que permite entrever
hacia donde vamos. Más que recomendar yo apostaría mi vida por propuestas como Andrés
Gualdrón, Mau Gatiyo, El Sueste…
Laura: Bogotá, Medellín, Lima ¿Qué ciudad o lugar
te inspira?
Andrés: En este
momento me inspira mucho Bogotá y no necesariamente para bien. Siento que tengo
la necesidad o la responsabilidad de hablar como bogotano, esa “bogotanidad” está delimitada por un
montón de cosas negativas que me tocan profundamente y me cuestionan como ser
humano. En medio de eso está el amor, la esperanza y toda la paleta que tenemos
como seres humanos, pero no puedo evitar hablar desde este escenario tan gris…
Laura: ¿Por qué crear un festival de
la Canción Itinerante en Colombia? ¿Cómo se hace la selección de los artistas?
Andrés: Es la
forma que tenemos de poner a Colombia en el mapa de las nuevas propuestas en lo
que a canción se refiere. La selección se basa en la calidad pero también en el
trabajo de gestión que hacen los músicos en cada uno de los países, no es un
festival de estrellas; es una fiesta de la independencia y el trabajo en equipo.
Siempre estamos pensando en tender puentes, la pregunta esencial en la curaduría
es qué músico de afuera se puede complementar con uno local y de qué forma
estos pueden empezar a tejer nuevas redes.
Es algo de lo que me siento profundamente
orgulloso y que me ha marcado como ser humano y como músico.
Laura: ¿Qué tan difícil es mantener la
independencia, la autenticidad en el negocio de la música?
Andrés: Para mí
es muy fácil porque nadie quiere contratarme, ni venderme, ni publicarme y de
eso se desprende que no tenga ningún compromiso comercial que me limite. Paradójicamente
lo mas difícil es cuidarse del público y de los lugares cómodos. No hay nada
peor que ir a la fija con lo que quiere la gente (sobre todo si eso no da para
comer).
Vivimos en una época en que el artista debe ser
capaz de definirse muy claramente, para encajar en un target y especializarse
hasta el hastío en su propio personaje… Yo no quiero caer en eso.
Laura: En que sueño estas trabajando ahora…
Andrés: Siempre
estoy soñando con mil cosas y trabajando en otras mil a la vez. De ese cruce
salen los proyectos a los que les dedico todo mi tiempo. Así que por ahora me
concentro en pedalear para que algunos sueños se sigan concretando y se
mantengan con vida los que parecen más inalcanzables.
Para
más información de Andrés Correa visita:
Vídeo recomendado.
Mascota dirigido por César Heredia:
Siento que Laura indago para desarrollar bien las preguntas y no caer en la entrevista convencional. Yo también descubrí la música de Andrés por la misma canción, y eso ha sido lo más acertado en mi vida en los últimos años. Me encantó eso de "La voz tampoco me ayuda para eso..." esa sensación de desaire y suspiro al cantar es algo muy inquietante y particular.
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