La música recordada, esa fue la excusa para la charla entre Eduardo Arias, Sandro Romero Rey, Bruno Galindo y Mario Jurisch en el cierre del evento Cultura, rock y ciudad. Más que periodistas musicales estos tres invitados son melómanos empedernidos que reviven anécdotas con Tom Waits, Charly García y canciones de The Clash, The Who, Beatles y Rolling Stones. Esta charla plantea la relación entre la música, la literatura y el cine.
El pasado con el misticismo de los acetatos, los casettes y los viejos estudios de grabación. Anécdotas sobre la banda Hora Local y el Chapinero Gaitanista. La emoción fue el punto de partida para atreverse a escribir sobre rock: “Uno puede pecar el resto de su vida porque el cielo ya se lo gano escuchando esa canción” o “escribir en un concierto de rock debería ser tan fascinante como el concierto”. Sus conocimientos se nutren de otras expresiones artísticas para cargar de sentido unas cuantas líneas, una reseña de una hoja o una cronica de 6 páginas.
Para Bruno Galindo de España “los grandes rockeros son grandes literatos” y para Eduardo Arias escudriñar en la banda, informar, más que opinar fue en principio su motivación.
El rock no ha muerto, se transforma. Para próximas oportunidades sería interesante poner a conversar a los expertos críticos musicales con los nuevos.
Alcancé a tomar nota de estos libros para la lista de pendientes:
Life de Keith Richards
Alta Fidelidad de Nick Hornby
Punk, la muerte joven de Juan Carlos Kreimer
A la pregunta ¿qué es lo que más le gusta en una canción, Sandro Romero Rey responde: el misterio, lo inerrable ...
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