La calle está llena
de cine, de música, de cultura pop. Yo creo que la cultura es pop.
Foto: Javiera Infante
Por Laura Quiceno
“Así creo funciona un poco mi mente: más que creer que
los ojos de Dios siempre me están mirando, siento que lo que tengo dentro del
cerebro, conectado a los ojos, es una cámara que registra cada uno de mis
actos” Por favor, rebobinar. Editorial Alfaguara 1999.
Videos, pantallas, proyectores, rodajes, cintas conviven con los puntos, comas, párrafos y títulos de sus novelas. Las páginas de Alberto rompen con la linealidad de la vieja escuela literaria y proponen diálogos dinámicos, múltiples referencias a la cultura pop, desde James Dean, pasando por Mary Stuart Masterton de Something Wonderfull.
Videos, pantallas, proyectores, rodajes, cintas conviven con los puntos, comas, párrafos y títulos de sus novelas. Las páginas de Alberto rompen con la linealidad de la vieja escuela literaria y proponen diálogos dinámicos, múltiples referencias a la cultura pop, desde James Dean, pasando por Mary Stuart Masterton de Something Wonderfull.
Fuguet le apuesta
ahora al cine, con tres películas dirigidas por él (Se arrienda, Velódromo y Música Campesina ganadora en el Festival
de Cine de Valdivia 2011) y a un
portal con dosis audiovisuales diarias, Cinepata.com, una ventana para nuevos
realizadores audiovisuales y cinéfilos como yo que reconocemos en Fuguet un heredero del legado de Andrés Caicedo, de una Latinoamérica
contada desde otros referentes que huyen de la imitación de mariposas amarillas o Remedios, La Bella mostrando otros universos posibles
desde esta parte del mundo.
Con ustedes Alberto
Fuguet hablando de esta nueva faceta como director y del portal cinepata.com
Laura: Te conocí por el libro Mi cuerpo es una celda sobre Andrés Caicedo.
Infidencias, cartas, diarios ¿Cómo fue
el proceso de investigación, cuánto tiempo te tomo escribirlo, organizar todo
el material?
Alberto: Bueno como dice la portada, mi
labor fue la de “director y montaje”. No escribí nada. Fue como un año de
trabajo, más unos dos más de obsesión o quizás más porque desde que me enteré
de Caicedo que me dieron ganas de hacer algo con él. Me intrigaba. Pero en
Bogotá conocí gente y su familia y me fui a Cali. Accedí a su material. Mi idea
era quizás escribir yo su biografía, es cierto, pero luego capté que no hacía
falta. Debía ser el editor que nunca tuvo. Y nada: estoy orgulloso de ese libro
y, sin falsa modestia, creo que es el mejor libro de Caicedo, sin lugar a
dudas, y el que lo ayudará a que pronto, poco a poco, esté en un sitio de
privilegio en las letras latinoamericanas y no sólo como un escritor de culto.
Laura: ¿Qué fue el grupo literario McOndo?
Alberto: Nunca fue un grupo. Y algunos
dicen que de literario, nada. Pero creo que eso es la clave: más que un grupo,
fue y es una sensibilidad. Hoy puede llamarse quizas contemporáneo o nuevo o
urbano pero había que hacer algo en ese momento para molestar.
McOndo es una antología irregular con un prólogo
polémico o que causó polémica. De ahí surgieron escritores importantes que
siguen dando frutos y otros que quizás desparecieron un tanto. Algunos son
amigos míos; otros gente que apenas conozco. Esto se hizo hace mucho por lo que
falta mucha gente, sobre todo de los últimos años, que facilmente pueden quedar
como McOndos o al menos no son realistas mágicos y la forma como escriben es
total y asumidamente pop.
Laura: En tu literatura predominan
los personajes urbanos, referencias a la cultura Pop, películas y canciones
¿Esos temas hacen tu literatura más universal, más global?
Alberto: Espero… la idea de escribir (y
para mi escribir es lo mismo que filmar, ojo) es para conectar con otros… para
tratar de plasmar en algo lo que uno ve, siente… y me atrae captar no sólo los
sentimientos sino la época. Y esto por algo muy sencillo: me parece
extraordinarimente difícil escribir de un pasado que no conozco. O inventar un
mundo futurista. Soy urbano porque, como la mayoría de la población del mundo,
habito en una ciudad. Ser rural hoy es la excepción. Las películas y los libros que más me gustan,
muchos de los que ahora se consideran clásicos, fueron en su momento
contemporáneos. Hemingway lo fue, Fitzgerald lo fue, Salinger lo fue. Caicedo
por cierto lo fue. Entonces uno mira la calle y está llena de cine, de música,
de cultura pop. Yo creo que la cultura es pop.
Es decir, es la cultura que habitamos y bebemos y ahora está internet en
ella y cuando partí el VHS era clave y luego el CD. No uso estos elementos para
ser más global; creo que todos vivimos en un mundo global interconectado. Ahora
bien: lo que me importa de verdad es que los sentimientos y miedos y deseos que
exploro sean universales. Universal en todos los sentidos: que se puedan
entender donde sea y que en el futuro siga entendiéndose.
Laura: ¿Cuántas
páginas escribes a diario. Tienes una rutina de trabajo?
Alberto: Uf. A veces cero. Muchas veces
cero. Escribo parecido a rodar. Cuando me largo, me largo. No tengo esa rutina de
Vargas Llosa. Si ando anotando mucho. Libretas, papeles, etc. Mi rutina es una
no rutina pero cuando escribo, escribo de mañana y es como una maratón: todo
pasa a ser el libro o el guión.
Laura: ¿Qué nuevas voces literarias en Iberoamérica te gustan?
Alberto: Muchas, aunque ya pasé la edad
en que estaba obsesionado con la novedad, con lo nuevo, con saber quiénes son
esas voces. A veces caen en mis manos por casualidad. Ahora ando en la onda de
leer lo que no está de moda, y en releer y en leer cosas que quizás debí leer
cuando era más joven. Pero de Chile están saliendo voces poderosas: desde luego
Zambra y un autor llamado Juan Pablo Roncone. Me gusta el cine nuevo argentino.
Aún a mi edad ando buscando aliados, autores y cineastas que me hablen, me ayuden
a entender al mundo, que tengan una sensibilidad parecida.
Laura: Pasemos ahora a las películas. En las últimas entrevistas hablas más
de cine que literatura. Sobre los largometrajes Música campesina (Ganadora a
mejor largometraje en el Festival Internacional de Cine de Valdivia 2011) o
Velódromo. ¿Por qué te has inclinado más por el cine en los últimos años?
Alberto: Es cierto… quizás… de más que
sí. Quizás porque me siento más cómodo hablando de cine, porque ya no doy
muchas entrevistas y las que doy son de cine porque el cine necesita más apoyo
(los libros al final dependen de lectores generosos que recomiendan lo que
leyeron a sus más cercanos)… para responderte te diría: siempre quise hacer
cine y ahora puedo hacer cine. Era mi sueño hacer cine y nunca fue mi sueño ser
escritor. Me convertí en escritor; en cambio siempre soñé con hacer películas.
Y nada también hay algo de que el cine sigue nuevo para mi y se hacen en grupo,
es algo colectivo… es menos solo… y como que ya tengo mis libros y ahora deseo
tener mis “obra” cinematográfica… Creo que no es dejé una cosa por otra; no
abandoné la literatura.
Ahora saco un
libro llamado Cinepata, que es como una bitácora de cine. Y ando armando un
libro de ensayos literarios… Uno no
puede hacer tanto. A veces siento que hago demasiado. Quiero hacer una novela
pronto. Pero lo cierto es que ahora ando cerrando un documental acerca de La
Ley de la Calle de Coppola y quiero filmar dos pelis durante el 2012.
Foto: Daniel
Mordzinsky
Laura: Música campesina ¿cuándo la podemos ver en otros países de América
latina?
Alberto: El cine que hago es
independiente, no es de Hollywood. Todas las películas que no son
hollywoodenses la tienen complicado. Creo que nunca se ha estrenado una cinta
colombiana comercialmente. Miento. Creo que Satanás se dio un par de días. Yo
tengo claro que lo que filmo no llegará a los cines de todas partes pero sigo
pensando que es cine. MC ha viajado harto y ha ido a muchos festivales.
Musica Campesina está ahora en la parilla de Movie
City en el cable. Luego será parte en dvd del libro Cinepata. Pero creo que
será más fácil verla el próximo año cuando esté disponible en Cinepata.com
Laura: ¿Cinepata.com cuándo nació, cuál es el propósito de
la página? ¿Qué novedades se vienen?
Alberto: No me acuerdo… Nació como
manera de tener un cine que está en todas partes. Creo que fue por ahí por el
2009. Filmamos Velódromo sabiendo que teníamos donde exhibirla. Y poco a poco
se volvió más que un cine: creo que es una comunidad. Con seguidores, artículos,
twiteos, festivales y ciclos off-line y, claro, subir películas gratis en forma
legal, no a lo Cuevana, con permiso de los directores.
Partió
difícil pues nadie queria “liberar” sus cintas pero ahora los directores se
acercan y captan que llegar a Colombia o a Ecuador o al sur de Chile se vuelve
casi imposible. Cinepata está abierto 24/7 y la puedes ver donde sea, no sólo
si vives en ciudades grandes. Novedades. Todas las semanas hay novedades. Es
como un cine con mucha actividad y creo que también es un medio que escribe de
cine. Estoy feliz y orgulloso de Cinepata.com
Laura: ¿La última película que fuiste a ver a cine. Te gusta el ritual de ir
a una sala de cine o preferís el sillón de tu casa?
Alberto: Las veo más en la cama, en la
casa. A ver… Vi Hombres de negro 3, en 3D y me encantó. Me hizo hasta
llorar. Pero reconozco que veo poco en
cine. Una pena pero también es la verdad. En los festivales veo más películas
en pantalla ancha.
Laura: “Eso puede ser
cierto: una vida es como un guión, lo que necesito es un director” Por
favor, reboninar. Editorial Alfaguara 1998. Alberto, el escritor, Alberto, el
director de cine¿Qué otro campo te gustaría explorar?
Alberto: Jajajaja. Ahora que soy
director, ahora pienso que a veces necesito quizás un productor. O un editor
que me organice. Creo que no deseo explorar mucho más. No me veo en música o
política. Y sin querer, al meterse uno a dirigir se vuelve un fotógrafo, debe
saber de arte, de moda, de sonido, de arquitectura. Pero sin duda la
exploración va en buscar historias y formatos nuevos dentro del cine y la
literatura y tratar de unirlos. Mi impresión es que el cine empodera a la
literatura y viceversa.
Para más información de Alberto Fuguet visita:
@_cinepata
Laura, muy entretenida tu entrevista. Logra retratar parte de la faceta de un escritor seducido por la imagen en movimiento, por los fotogramas empotrados uno detrás de otro, caminando en secuencia, constituyéndose en una nueva ventana para contar historias. También conocí a Fuguet por 'Mi cuerpo es una celda' y reconozco que esta entrevista representa una invitación a leerlo, a descubrirlo como director. Habrá muchos vacíos aún, pero dónde no los hay. No faltará quien se queje de esta entrada por superficial, pero eso siempre va a pasar: siempre va haber una queja. Para mi ya es un gran trabajo. Saludos.
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