Foto: Carlos Andrés López Franco / @androfacto
Las cuerdas de la guitarra se
acompasan con las luces del escenario plaza. El lugar se convierte en un lienzo
para las notas con distorsión y las pulsaciones intermitentes de la batería. Dagon
e Incubus transforman una tarima inmensa, en un espectáculo de luces dedicadas
a la oscuridad.
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